El domingo 19 a las 8 pm., esperé con
expectativa el inicio de los informativos del COEN (Centro de Operaciones de
Emergencia Nacional) del gobierno, donde se suponía iban a dar información útil
y precisa sobre los desastres naturales que asolan al país. La inauguración fue
otro desastre más.
Con indignación puse algunos tuits
críticos y de inmediato recibí una andanada de ataques. La mayoría eran
insultos, unos pocos respuestas con opiniones divergentes.
Me sorprendió la rapidez y la intensidad
de los embates. Algunos eran sinceros oficialistas (aunque más probablemente
anti fujimoristas que defienden al gobierno) pero sospecho que un buen número
eran troles contratados por el oficialismo. Aunque el nivel de injurias no
alcanza todavía las que recibíamos algunos de los pasquines que editaba en el
SIN Vladimiro Montesinos, se están acercando.
La realidad es que ahora, escondidos en
el anonimato de las redes, todos los grupos políticos se han convertido en
discípulos de Montesinos y entienden que es parte esencial de su trabajo
insultar, injuriar, mentir y denigrar a todo el que se les ponga delante.
Volviendo al informativo del domingo.
Fue una calamidad. Un grupo de ministros que leían su libreto monótonamente,
tratando de demostrar al país que estaban haciendo mucho por los damnificados. Un
intento burdo de propaganda. Un típico ejercicio burocrático donde recorrían
sector por sector, como esos soporíferos mensajes presidenciales del 28 de
julio.
No emplearon, además, los diez minutos
prometidos, sino una larguísima media hora.
En verdad, lo que muchos podíamos esperar
era, por ejemplo, empezar por Trujillo, que había sido la zona más afectada ese
día: cuantas horas de lluvia, por donde se desplazó el (o los) huaico(s), como
afectó ciertos barrios y el centro de la ciudad, como llegó a Huanchaco, que
daños causó (¿hay agua potable, energía eléctrica? Si se ha interrumpido el
servicio ¿a qué hora se calcula que se repondrá?). Esto fácilmente se podía
acompañar con mapas tridimensionales tipo Google Earth, y breves videos de
Trujillo, Huanchaco, imágenes elementales
en la televisión.
Luego el agua potable en Lima -la
tercera parte de la población del país-. Una breve explicación de porqué
habiendo tanta agua no puede llegar a los hogares (el presidente de Sedapal
Rudi Vega lo expuso muy bien en otros canales y podía haber estado en esa
presentación). Y la buena noticia que pronto -¡esta vez sí!- se empezaba a
distribuir porque ese día no hubo huaicos en Lima.
En tercer lugar, las principales carreteras
del país. En que puntos está bloqueada la Panamericana Norte por los huaicos en
esa zona del país y cuándo se espera repararlos. Lo mismo para la Carretera
Central. Y no la absurda cantaleta que solo el 6% de las vías tienen problemas.
Por último, el pronóstico meteorológico
para esa noche y el día siguiente, para que todo el país sepa que se puede
esperar, advirtiendo que esos vaticinios no son exactos y que al día siguiente
se volverían a realizar con los ajustes del caso. Acompañado, por supuesto, por
imágenes, como se hace en todos los
noticieros del mundo que ofrecen ese servicio. (¡Es televisión señores del gobierno, no es
radio, imágenes!)
Esto es un ejemplo de lo que me hubiera
gustado escuchar, y probablemente a muchos peruanos. En diez minutos, dos y
medio minutos promedio por tema.
Y no la cantidad de obviedades e
informaciones inútiles y atrasadas que vertió ese aburrido equipo ministerial,
que puede ser muy capaz para otras cosas, pero no para esa función. Si alguna
cosa interesante dijeron, se perdió en el fárrago de naderías.
El lunes 20 a la 7 am escuché otra vez
el informativo del COEN. Otra catástrofe. Otra vez burocrático, aburrido e
inútil. Un general del Ejército, el vocero del COEN, que empezó detallando
todos los organismos que integran el COEN, los procedimientos, etc. La capaz y
experimentada periodista Valia Barack, que conduce ese espacio, visiblemente
mortificada, trataba que extraerle al general alguna información interesante.
Más fácil hubiera sido obtener agua de una piedra.
Por RRP me enteré, poco después, que
había problemas en la Panamericana Norte a la altura de San Pedro de Lloc a
consecuencia de los huaicos del domingo y en Virú, donde cayó un puente, había
otro tipo de problemas.
Y al rato, por experiencia propia me di
cuenta que como el río Rimac había destruido una parte de la autopista Ramiro
Prialé, esta carretera era en parte solo de una vía de ida y otra de vuelta, un
atolladero infernal. Por supuesto, nada de eso en el informativo del COEN.
También que lo que había escuchado en la
mañana como información oficial era falso. Decían que vehículos ligeros no
podían transitar por la Carretera Central, solo camiones. En verdad, había una
hilera de más de tres kilómetros de camiones y ómnibus detenidos , mientras los automóviles
circulaban.
Los medios han informado que el gobierno
sigue contratando comunicadores, publicistas y asesores a raudales. Por lo que
se ve, sirven de muy poco.
Buen artículo Fernando.
ResponderEliminarMuy buen artículo, y si es una pena que los ppkausas no acepten una crítica, sin que automáticamente te digan fujimorista (lo cual no viene a cuento lo sea uno o no, cuando se juzga y felicita al gobierno)
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