Fernando Rospigliosi
Como lo había advertido, la ley que
aprobó el Congreso para entregar “armas no letales” a los serenos, abría la
puerta para el siguiente paso, la creación de policías municipales, es decir,
la fundación e unos dos mil cuerpos policiales muchos de los cuales estarán
controlados por el narcotráfico, la minería ilegal, el crimen organizado, los
socialistas del siglo XXI y cualquier delincuente que se apodere de un gobierno
local o regional.
Curiosamente, quien ha presentado el
proyecto de ley N° 4863 el 3 de mayo, para establecer la policía municipal (PM)
es la congresista Digna Calle, de Podemos, la misma que pasaba meses en Miami y
desde allí fingía cumplir con sus labores parlamentarias. Ella pertenece al
partido que encabeza el procesado José Luna Gálvez, que se enfrentó -con su
candidato Daniel Urresti- al actual alcalde Rafael López Aliaga, que se ha
convertido en el principal defensor de la instauración de la PM.
Así, Podemos y Renovación Popular
resultan ahora aliados en una política que contribuiría a desintegrar el país,
que es precisamente lo que buscan los comunistas, los socialistas del siglo
XXI.
Peor todavía, el teniente alcalde de
Lima, Renzo Reggiardo, el principal impulsor de esta delirante idea, amenaza
con crear esa PM a través de una ordenanza, es decir de una norma edil de menor
rango. En realidad, la PM ni siquiera podría ser establecida por una ley,
requería cambios constitucionales.
Pero dada la manifiesta
irresponsabilidad, ignorancia e incompetencia que demuestran todos los días
muchos de los actuales congresistas –que probablemente serán superados en
estulticia por los que vengan luego-, no hay que descartar esa posibilidad. Al
contrario, hay que considerarla como probable.
Como he venido previniendo
insistentemente en estas páginas, esa nefasta propuesta de descuartizar el país
con dos mil cuerpos policiales debe ser rechazada. Lo que hay que hacer es
exigir al Gobierno que cumpla con su deber, respaldando, equipando y
capacitando a la Policía Nacional para que enfrente con eficacia a la
delincuencia. (“Dos mil cuerpos policiales”, 2/4/23; “Dos serenos baleados”, 16/4/23;
“Rumbo al desastre”, 23/4/23; “Delincuencia imparable”, 30/4/23).
La ley que entrega a los serenazgos
“armas no letales” ha sido observada, en una correcta decisión, por el
Gobierno. Lo adecuado sería ahora que aquellos congresistas que por
desconocimiento o descuido fueron sorprendidos y votaron para aprobarla, no
insistan en el error y la archiven.
El autor de ese despropósito fue el congresista
de Perú Libre Américo Gonza, sindicado como uno de los “Niños”, que también es
el creador de la ley que aumenta las penas de cárcel por difamación, ampliamente
considerada como una amenaza para la libertad de expresión y el periodismo
independiente. Según “El Comercio”, “Américo Gonza es,
probablemente, el congresista más cercano al expresidente Pedro
Castillo y a su
familia. El perulibrista- quien, de acuerdo al Ministerio Público- es uno de
los cabecillas de la organización criminal que cobró sobornos a altos oficiales
de la Policía Nacional para ascenderlos- hasta hace poco decía poner ´las manos
al fuego´ por el hoy detenido profesor. Y tiene una amistad con los sobrinos
del exmandatario, al punto que contrató a los amigos de estos como trabajadores
de su despacho en el Parlamento.” (31/12/22).
Ese es el personaje que guía, como corderitos al matadero, a la mayoría de congresistas que han aprobado sus proyectos del serenazgo y difamación.
En síntesis, es
indispensable que el Congreso rechace ese disparatado proyecto para crear la
PM, no insista en la ley de armar al serenazgo y ayude a combatir la
delincuencia aprobando la ley que devuelve a la Policía Nacional la
investigación preliminar.
Publicado en El Reporte, 7/5/23
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