CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Estilo
senderista de gobernar
A estas alturas va quedando en evidencia
que la acción de las instituciones estatales que supuestamente son contrapesos
al poder del gobierno, son absolutamente insuficiente para controlar a un Ejecutivo
que actúa con criterios senderistas, es decir, con absoluto desprecio por la
opinión pública, manipulando inescrupulosamente a otros poderes del Estado
cuando pueden hacerlo y sustentándose solamente en el poder que detentan.
Un caso evidente es el de la Fiscalía de
Nación, controlada desde principios de 2019 por la coalición vizcarrista y que,
guiada por ONG y estudios de abogados caviares, ha actuado con celo
persecutorio contra los adversarios políticos de ese consorcio y con suavidad y
condescendencia con sus aliados.
Así, Zoraida Ávalos con total
desvergüenza decide postergar hasta el 2026 las investigaciones a Pedro
Castillo, y la fiscalía visita –no allana- la guarida de Sarratea 44 días después
de conocido el reportaje que revelaba las clandestinas reuniones que tenían
lugar allí.
Al secretario de Castillo, Bruno
Pacheco, le devolvieron los US$ 20,000 que le encontraron en el baño de Palacio
de Gobierno y sigue libre a pesar que todas las explicaciones que ha dado sobre
ese dinero son inverosímiles.
Pero, desgraciadamente, no solo se trata
de la fiscalía. El Congreso tampoco está a la altura de lo que se requiere en
circunstancias tan graves como las que vive el país.
La premier Mirtha Vásquez ha protegido y
respaldado públicamente a los vándalos que destruyeron instalaciones mineras y
que bloquearon caminos obligando a paralizar a dos de las minas más grandes del
mundo, y no ha sucedido absolutamente nada. Todo eso con la también activa
participación del ministro de Energía y Minas. En cualquier otro gobierno
habría sido obligada a renunciar o censurada inmediatamente por ese
comportamiento. Aquí, ni siquiera la han llamado a dar explicaciones.
O por las sucesivas mentiras que, con
toda desfachatez, ha vertido sobre las visitas a la casa de Breña. Eso hubiera
originado un terremoto político en un ambiente donde existiera un mínimo de
respeto por la democracia.
Pero eso no sucede ahora y si la obligan
a abandonar el cargo será probablemente por las feroces disputas internas por
los puestos en la gavilla que se ha apoderado del Estado y no por sus
transgresiones.
El ministro del Interior nombra como
prefectos a notorios miembros del Fenate, uno de los organismos generados por
Sendero Luminoso (facción de Abimael Guzmán) que ahora se dedicarán a hacer
agitación pagados por el Estado y con la autoridad que le proporciona el
ministerio que antes los investigaba. Y no pasa nada.
Ningún gobierno democrático se hubiera
atrevido a hacer esto. Pero el de Castillo lo hace sin inmutarse. Y todos los
días van aprendiendo más. Saben que pueden manipular a la Policía Nacional y
que no sucede nada. Se dan cuenta que pueden cambiar a la cúpula militar que
resistió sus presiones ilegales, pagando un precio ínfimo por ello, la salida
de un impresentable del Ministerio de Defensa que es reemplazado por otro
similar.
En suma, es el estilo autoritario,
senderista, de gobernar, atropellado la ya débil institucionalidad siempre que
pueden, con un desprecio absoluto por la opinión pública y avanzando en pos de
sus objetivos políticos.
Lampadia 13/1/22
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