jueves, 27 de enero de 2022

I(3) + C + SL

CONTROVERSIAS

Fernando Rospigliosi

I3 + C + SL

 

        La entrevista de Fernando del Rincón a Pedro Castillo confirmó lo que se sospechaba, que el individuo que ocupa la presidencia no daba entrevistas ni conferencias de prensa porque es absolutamente incapaz de responder coherentemente las interrogantes más elementales sobre su desempeño en el gobierno.

En cualquier gobierno democrático el presidente se comunica con los ciudadanos a través de los medios de comunicación que le plantean preguntas que transmiten las inquietudes de la gente. En este caso existe un dilema insoluble: Castillo no puede contestar las interrogantes más elementales y tampoco puede permanecer siempre en silencio, realizando de cuando en cuando demagógicas arengas de plazuela o balbuceando incoherencias cuando lee -con errores- discursos que le han preparado.

Del Rincón puso el dedo en la llaga cuando preguntó, por ejemplo, sobre los desastrosos nombramientos que ha hecho -y sigue haciendo- Castillo desde el primer día. No pudo contestar porque nombro ministros a sujetos vinculados a Sendero Luminoso como Iber Maraví o Guido Bellido, o al antiguo terrorista Héctor Béjar. Tampoco dijo porque salieron del gobierno.

El asunto es que nunca pudo justificar esas designaciones, jamás explicó a los ciudadanos porque los nombró y tampoco nunca aclaró porque los expectoraron. Esa es una constante en el desempeño de Castillo, no solo para los nombramientos y ceses, sino para absolutamente todas las acciones que ha realizado el gobierno. No es capaz de explicar por qué aumenta la deuda pública, por qué permiten que bloqueen carreteras y cierren minas, porque quieren declarar el estado de emergencia para -supuestamente- combatir la delincuencia (esa pregunta se la hizo un periodista peruano en una indescriptible conversación y lo que dijo fue un galimatías ininteligible), ni porque quiere cambiar la Constitución.

Su absoluta ignorancia se evidenció cuando, confrontado por Del Rincón sobre su intervención en un evento el cual coreaba “mar para Bolivia”, se negó a ratificar -o rectificar- ese disparate y sostuvo que “el pueblo decidiría”, su muletilla para tratar de justificar las incontables sandeces que emite todos los días. Ese sujeto no sabe que hay cosas sobre las que “el pueblo” no puede decidir, como la integridad territorial. Tampoco se podría poner a consideración del “pueblo” algo como las leyes de Núremberg que los nazis aprobaron en 1935 para perseguir a los judíos. Es incapaz de entender algo tan elemental, que toda persona que aspira al cargo político más modesto debe saber.

Mintió cuando se negó a responder las preguntas sobre Venezuela. En los hechos ha cambiado la política exterior peruana designando un embajador en Venezuela y recibiendo al de Nicolás Maduro. Pero fue tan cobarde que no lo admitió explícitamente.

No puede explicar nunca nada coherentemente por una combinación de las tres I aludidas en el título de este artículo: es un ignorante, inepto e incapaz. No se trata de insultos ni de adjetivaciones gratuitas sino de descripciones exactas de las características del individuo que ocupa Palacio.

Ignorante: Que ignora o desconoce algo. Que carece de cultura o conocimientos.

Inepto: No apto ni a propósito para algo. Necio o incapaz.

Incapaz: Que no tiene capacidad o aptitud para algo. Falto de talento.

        A lo cual hay que sumar la C de corrupción.  No solo ha nombrado a funcionarios involucrados en casos de corrupción sino que él mismo esta implicado directamente en varios hechos aparentemente delictivos, como la relación con Karelim López y el contrato millonario de una empresa constructora que asesoraba o los oscuros negocios de Petroperú. En estos casos se contradijo y no pudo aclarar ninguna de las imputaciones.

        En suma, comprobadamente ignorante, inepto e incapaz, presuntamente corrupto (tampoco hay que olvidar que llegó al gobierno como miembro de y financiado por un partido que la fiscalía define como organización criminal, los dinámicos del centro) y definitivamente relacionado con Sendero Luminoso como lo demuestran las investigaciones de la Dircote desde 2017, y los nombramientos de ministros y prefectos vinculados a ese grupo.

        No hay duda que la única alternativa para evitar el descalabro del Perú es vacar a ese individuo y a su gavilla.

      Lampadia, 27/1/22

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