lunes, 24 de enero de 2022

La inseguridad sin solución

 La inseguridad sin solución

Fernando Rospigliosi

 

        Mientras las distintas facciones izquierdistas disputan a dentelladas los despojos del Ministerio del Interior y la Policía Nacional, los robos y asesinatos aumentan sin pausa.

        Como se advirtió desde el principio, Perú Libre no tenía ninguna propuesta para la seguridad ciudadana ni equipo para afrontar los complejos problemas que requieren solución. Lo que está ocurriendo no debería sorprender a nadie.

        Tres ministros del Interior en los primeros meses de desgobierno es solamente una de las consecuencias de esa carencia de propuesta y equipo.

        La situación se agrava por la bronca de las varias facciones que pelean por los puestos en el Mininter y la PNP, y por utilizarlos en función de sus intereses particulares.

        Vladimir Cerrón y sus secuaces tienen fuertes vínculos con el jefe de la Policía y están preocupados por los resultados de las investigaciones a lo que la fiscalía ha definido como una organización criminal, los “dinámicos del centro”. La enorme influencia que detentan les permitió que los únicos cinco miembros de su gavilla sobre los que se concedió orden de captura pudieran fugar tranquilamente, a vista y paciencia de todo el mundo.

        Pedro Castillo ha colocado como prefectos a miembros de su organización, el Fenate, uno de los organismos generados de Sendero Luminoso (facción de Abimael Guzmán), que ahora realizarán labores de agitación política –es lo único que saben hacer-, pagados con los impuestos de todos los peruanos y protegidos por la autoridad que les ha otorgado el Mininter. Avelino Guillén se ha prestado sin chistar a este juego perverso justificando esos nombramientos con el pretexto de que no tienen sentencia

        Castillo también está interesado –junto a otros como Guillermo Bermejo y Guido Bellido-, en obstaculizar el trabajo y finalmente desactivar unidades como la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), que es la que ha realizado las investigaciones que los ha desenmascarado y, eventualmente, posibilitado su procesamiento.

        Los caviares quieren puestos en el Mininter para seguir prendidos de la ubre estatal y ahora, con Guillén, están regresando, otra vez.

        En esta barahúnda lo que menos les interesa a las facciones en disputa es la seguridad ciudadana, la lucha contra el narcotráfico y los remanentes terroristas del Vraem o la institucionalidad de la Policía.

        Para empeorar las cosas, el inepto Guillén ahora pretende involucrar a las FF.AA. en tareas de seguridad ciudadana: “Estamos de acuerdo de que las FF.AA. salgan a patrullar y vigilar lugares públicos, dependencias públicas” y también que la Diroes (Dirección de Operaciones Especiales) salga a patrullar los conos de Lima. (“Expreso”, 15/1/22). Además, quiere restringir el uso de motocicletas y mototaxis.

        Es decir, las típicas medidas populista e ineficaces a las que recurren los incapaces cuando no entienden el problema ni tienen idea de cómo enfrentarlo.

        Por si fuera poco, el Congreso ha aprobado una moción para declarar el Estado de Emergencia en Lima supuestamente para luchar contra la inseguridad (80 contra 22 y 17 abstenciones). Restringir aún más las libertades ciudadanas sin ningún fundamento ni plan para combatir la delincuencia.

        En suma, van a seguir usando el Mininter y la PNP para sus siniestros intereses, liquidando la institucionalidad, mientras la delincuencia de todo tipo va a seguir campeando en el país.

El Reporte 16/1/22

       

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