domingo, 24 de febrero de 2019

UN TÓRRIDO AMOR: GORRITI Y ODEBRECHT

        En un reciente post, Gustavo Gorriti reconoce lo que señalé hace poco, la “estrechísima relación que lo une a funcionarios y ex funcionarios de Odebrecht acusados de corrupción”. Al final de su artículo admite su “posible” relación con Odebrecht, una compañía que se encuentra ahora en profundo proceso de reforma y que hoy colabora plenamente en la tarea de identificar la corrupción y los corruptos. (IDL-R, “Hipócritas y bribones”, 23.1.19, subrayado mío).

        Nadie ha declarado un amor tan ardiente a Odebrecht en los últimos tiempos en el Perú.

Por supuesto, sería recibido con carcajadas sino fuera indignante que intente falsificar la realidad de esa manera. Odebrecht no está colaborando plenamente más que con sus intereses, está ocultando todo lo que puede esconder y diciendo solo lo estrictamente indispensable para salvaguardar sus beneficios, ayudada, lamentablemente, por un sistema judicial ineficaz y débil cuando no deshonesto, una prensa complaciente, y políticos y empresarios corruptos que quieren evadir sus responsabilidades.

        Naturalmente, eso es lo que puede esperarse de una empresa en esa situación, igual que de cualquier persona o grupo atrapado con las manos en la masa en varios delitos graves. El asunto es si el coro de fiscales, jueces, políticos, periodistas y empresarios que hoy tienen el poder les permite salir bien librados, con el menor costo posible para ellos, o si se les presiona para obtener realmente toda la información necesaria y hacer que paguen las reparaciones imprescindibles por los daños causados al país. Hasta ahora, estamos observando la primera alternativa.

        No solo la declaración de amor delata a Gorriti. Como ya lo puse en evidencia antes (“Con información de Odebrecht Gorriti ataca a críticos”, blog huevosdeesturion.blogspot.com, 17.2.19), usa información que solo Odebrecht tiene y que no por casualidad le está proporcionando. Y no solo los impolutos y virtuosos actuales directivos de esa empresa, según Gorriti, sino los anteriores, los que hoy están procesados por corrupción y han aceptado judicialmente una mínima parte de sus fechorías.

        Un ejemplo más, a los ya señalados en el post citado. Gorriti dice que luego de enviar la propuesta de CHS S.A. –empresa de la que era consultor- para análisis de conflictos “Rospigliosi visitó las oficinas de Odebrecht donde fue recibido por dos ejecutivos a quienes expuso su ´propu´.” Es otra mentira de Gorriti, nunca expuse esa propuesta enviada por correo electrónico en enero de 2009, que no fue aceptada por el mismo medio. Lo que si es cierto es que el 2008 fui a la oficina de Odebrecht –la única oportunidad que la visité- invitado a una presentación sobre las presuntas virtudes del gasoducto del sur. Odebrecht acababa de asociarse a Kuntur, que había desarrollado un proyecto para construir con dinero privado el gasoducto y luego cobrar por el transporte del gas a los usuarios. (La República, "Kuntur y Odebrecht se unen por el gasoducto al sur", 27 agosto 2008). Esa presentación fue realizada con un power point por un funcionario y fue una de varias que efectuaron a los llamados “líderes de opinión”.

        Gorriti miente y tergiversa el propósito de esa visita, usando maliciosamente información que solo un ex funcionario de Odebrecht, el mismo que me invitó a esa presentación, puede haberle proporcionado. También publica el correo electrónico de enero de 2009, tachando el nombre del ex funcionario que lo recibió y que obviamente es el que se lo ha entregado. Y no son empleados de la “nueva”, virtuosa, pulcra y purificada empresa, sino de la de siempre.

        Esos y otros documentos publicados por Gorriti en el post mencionado muestran de manera inequívoca que está siendo provisto de proyectiles por los ex funcionarios de Odebrecht para intentar desacreditar a los críticos del acuerdo con esa empresa, que algunos consideran lesivo a los intereses del Perú y descaradamente beneficioso a Odebrecht.

        Otra de las ridiculeces que escribe Gorriti, es que el 2009 todo el mundo sabía que Odebrecht era una empresa corrupta. Esa es otra de sus mentiras. Como gran evidencia dice que una funcionaria de Contraloría había planteado objeciones a un contrato de Odebrecht. En verdad, la Contraloría plantea miles de objeciones y observaciones a contratos y eso no implica necesariamente que las empresas observadas sean corruptas. La realidad es que Odebrecht no tuvo problemas hasta que estalló el escándalo Lava Jato en Brasil, muchos años después.

        De hecho, en 2014, el gobierno de Ollanta Humala y Nadine Heredia –auspiciado, apoyado y respaldado por Gorriti- le entregó en un discutido proceso precisamente el Gasoducto del Sur, esta vez como obra pública (la más costosa de la historia, más de siete mil millones de dólares) a Odebrecht. ¿A una empresa qué todos sabían que era corrupta?

        Por último, otra mentira de Gorriti -¿alguna vez dirá una verdad?- es que yo trabajo con Alan García: “él, que trabaja ahora con Alan García, el amigo cercano de Jorge Barata”.

        Por supuesto, es falso. No trabajo, ni he trabajado nunca con García. Tramposamente también, Gorriti presenta como “evidencia” una foto recortada en la que aparezco al lado de García. En verdad, en la foto están también Ántero Flores Araóz –ex ministro de Defensa y ex presidente de la Cámara de Diputados-, Ernesto Álvarez -ex presidente del Tribunal Constitucional- y Delia Muñoz, ex procuradora del Ministerio de Justicia. Los cuatro participamos en un evento conducido por García en el Instituto de Gobierno de la Universidad San Martín de Porras en enero de este año.

        He sido crítico de García durante sus dos gobiernos, cuando era poderoso, casi omnipotente y temido por muchos. Ahora que carece casi por completo de poder, aislado y con una inmensa mayoría que lo repudia, no me niego a acudir a un evento que el conduce. Soy un crítico del poder, no un franelero del gobierno de turno.

domingo, 17 de febrero de 2019

CON INFORMACIÓN DE ODEBRECHT GORRITI ATACA A CRÍTICOS


        Confirmando la estrechísima relación que lo une a funcionarios y ex funcionarios de Odebrecht acusados de corrupción, Gustavo Gorriti publicó en un post (https://idl-reporteros.pe/como-se-negocio-el-acuerdo/) varias informaciones que solo ellos pueden tener. El objetivo de una parte de la publicación, es desacreditar a los que han planteado objeciones al acuerdo que han firmado en Brasil el 15 de febrero los fiscales –que trabajan también de consuno con Gorriti- y Odebrecht que, según algunos, es muy favorable a la empresa y lesivo a los intereses del Perú.

        Lo que dice Gorriti es que “el 31 de enero de 2009, Rospigliosi presentó una propuesta a Odebrecht, entonces contratista de Kuntur para ofrecer servicios de inteligencia social en las zonas donde pasaría el gasoducto de Kuntur. Lo hizo a nombre de la consultora Capital Humano y Social con la que estuvo vinculado hasta 2017.”

        Eso es cierto. Yo me desempeñaba como consultor de CHS S.A. y envié hace poco más de una década, una propuesta redactada por otro consultor de esa empresa a Kuntur-Odebrecht. CHS S.A., empresa especializada en análisis de conflictos, cursaba propuestas a diversas compañías, como es normal. Algunas se concretaban, otras no. En este caso Kuntur-Odebrecht no aceptó y nunca hubo ningún trabajo que se efectuara para ellos.

        El punto es que de la única fuente que Gorriti pudo conseguir ese correo electrónico con esa propuesta, es de Odebrecht. No existe otra posibilidad. La probabilidad de que lo haya obtenido de la fiscalía –en el caso que la fiscalía se hubiera apoderado de todos los correos electrónicos de Odebrecht- es prácticamente inexistente. Una empresa inmensa, extranjera, con muchos empleados, genera un tráfico electrónico colosal, en una década, millones de correos. Es imposible que la fiscalía pudiera analizarlos –en caso de tenerlos- y encontrar precisamente ese correo de enero de 2009, que además no les sería de ninguna utilidad. Una oferta legal para un servicio legal que no se realizó, a una empresa que no tenía ningún proceso por corrupción, carece en absoluto de relevancia para el Ministerio Público.

        Luego Gorriti miente adrede cuando dice: “No hemos podido encontrar registro de que fuera contratado o no el entonces reciente ex ministro del Interior y ex jefe de Inteligencia. Lo cierto es que ofreció personalmente sus servicios a la entonces prósperamente corrupta compañía.”

        Él sabe perfectamente que ese servicio no se realizó, porque los que le dieron la información, funcionarios y ex funcionarios de Odebrecht, lo saben. Pero además su asistenta  se comunicó con el gerente de CHS S.A. que le confirmó la existencia del correo y le aclaró que la respuesta fue negativa. Pero sibilinamente Gorriti afirma que no lo sabe, para dejar flotando la duda y facilitar a los ayayeros del vizcarrismo realizar una campaña de difamación y mentiras. (Además dice “reciente” ministro y jefe de inteligencia ¡hacía 5 y 6 años respectivamente que había dejado esos cargos!).

        Y falsifica la realidad cuando dice que ofrecí los servicios de CHS S.A. a una empresa corrupta, ¡Cómo si yo o alguien conociera en enero de 2009 lo que hacía Odebrecht en el Perú!

        También me incluye en el mismo paquete que otros periodistas y profesionales que han prestado servicios en el pasado a Odebrecht, cosa que en mi caso no es cierta.

        Gorriti señala los detalles de los contratos de Rafael Hidalgo y Juan Carlos Valdivia, las fechas y los montos, pormenores que solo podían conocerlos los funcionarios de Odebrecht que los contrataron, apuntando a Raymundo Serra como su posible fuente.

        También menciona a Manuel Romero Caro en una situación similar, igualmente con detalles precisos.

        Curiosamente no aparecen en su relación otros periodistas y profesionales con exposición pública, que han mantenido relaciones de trabajo con Odebrecht y que ahora por convicción o cualquier otra razón, permanecen en silencio, evaden el tema o apoyan el acuerdo abiertamente favorable a Odebrecht y a un sector de corruptos, cuyas obras no han sido consideradas en la exigua lista que Odebrecht se ha dignado aceptar.

        En suma, quedan pocas dudas que Gorriti está ahora estrechamente vinculado a funcionarios y ex funcionarios de Odebrecht, que lo abastecen de municiones para atacar a los críticos del acuerdo que ellos defienden con denuedo. La alianza de Odebrecht con Gorriti/IDL-R y los fiscales del caso está funcionando.



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