domingo, 14 de junio de 2020

La cuarentena eterna


(Publicado en El Comercio el 13 de junio de 2020)

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
La cuarentena eterna

        A pesar del fracaso absoluto de la estrategia del Gobierno para enfrentar la pandemia, ya algunos de sus voceros esbozan la posibilidad de prolongar la cuarentena que ha puesto al Perú como el país con la mayor recesión en el mundo -12% de caída del PBI según los cálculos optimistas del Banco Mundial- y con un altísimo porcentaje de fallecidos e infectados por millón de habitantes, a pesar del evidente sub registro de las cifras oficiales, factor en el cual también el Perú encabeza las estadísticas en el mundo entero.

        Otro récord que ha batido el gobierno del presidente Martín Vizcarra es el de imponer una de la cuarentenas más largas del mundo, que se mantiene a pesar de su evidente ineficacia. Como ha dicho el médico Elmer Huerta, que no es un opositor al gobierno, parece que las medidas han sido hechas para otra sociedad. (...) Hemos hecho la cuarentena como para un país desarrollado.” (“La República”, 11/6/20). En realidad, exagera un poco. Ningún país desarrollado ha tenido una cuarentena tan larga y tan estricta. Y –es necesario precisarlo- solo para el sector formal, ese 30% que es el que paga la inmensa mayoría de los impuestos que sostienen al Estado y que es el que permite el crecimiento y el empleo de cierta calidad. Porque los informales, como era obvio que sucedería, no pueden soportar un encierro tan largo y lo rompieron muy pronto.

        A estas alturas el virus ya se ha propagado por todo el Perú y no hay manera de detenerlo. Por eso la cuarentena es inútil y solo aumenta la destrucción de la arruinada economía, que tendrá efectos devastadores sobre millones de personas. Pero el Gobierno y sus miembros más autoritarios y estatistas están felices imponiendo medidas absurdas y contradictorias sobre una sociedad maltrecha, asustada y sin rumbo.

        Las ilusorias perspectivas que el presidente ha estado transmitiendo en sus monólogos del mediodía solo servían para justificar la cuarentena. Anunciaba que el número de infectados y fallecidos ya estaba por disminuir por lo que había que mantener el encierro obligatorio un tiempo más. El martillo y la danza, la meseta y otras necedades que se demostraron falsas –hace un par de días en número de muertos alcanzó un nuevo pico- eran celebradas con entusiasmo por sus bien gratificados partidarios, que ahora ya no las recuerdan.

        La única alternativa razonable, levantar la cuarentena manteniendo medidas básicas de cuidado, parece estar fuera de la perspectiva del inepto Gobierno que por desgracia nos ha tocado soportar en medio de una crisis mundial. Uso de mascarillas, distanciamiento social, teletrabajo en oficinas públicas y privadas, alternancia de días y horas para los que no pueden hacer teletrabajo, reparto de alimentos a los más pobres usando a la Iglesia Católica, las FFAA y las empresas privadas –y no a los corruptos e ineficientes municipios-, son algunas de las cosas que se han podido y se pueden hacer, pero que el Gobierno obstinadamente se niega a poner en práctica.

        A estas alturas no cabe duda que ni la cuarentena ni las medidas sanitarias del Gobierno van a detener la expansión del virus que, sin embargo, es posible que se vaya extinguiendo. En efecto, expertos italianos han descubierto que el coronavirus parece estar envejeciendo y su letalidad disminuyendo.

Massimo Clementi, uno de los principales científicos italianos en la lucha contra la pandemia, detectó que los nuevos pacientes de Covid-19 tienen una carga viral mucho menor que aquellos que se contagiaban hace tres meses. “Ya no llegan pacientes que necesitan inmediatamente entrar en la UCI y respiración asistida”, comentó. Según Clementi, este fenómeno no ocurre solo en su país, sino en prácticamente todo el mundo.  “Ha cambiado su virulencia, es como si hubiese ‘envejecido’”, expresó el experto italiano. Sostiene que la evolución de la actual pandemia, está “destinada a apagarse”. (“La República”, 6/6/20).

        Eso también ocurrió con la mal llamada gripe española, muchísimo más letal que la actual, que apareció en 1918 y mató entre 50 y 100 millones de personas. En esa época no hubo ni vacunas ni remedios, la gripe desapareció tal como llegó, sin que se supiera mucho al respecto.

        Esperemos que tenga razón el científico italiano –y otros que con diversos argumentos apuntan a lo mismo-, porque es obvio que no se puede confiar que un Gobierno tan incompetente frene la expansión del virus.

domingo, 7 de junio de 2020

Un ´swing´ al mentón


CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Un ´swing´ al mentón

(Publicado en El Comercio el sábado 6 de junio de 2020)

       En la jerga boxística el ´swing´ se define como un golpe lateral largo balanceando el brazo, a diferencia del ´jab´ (directo) o el ´uppercut´ (gancho). Como es de público conocimiento el presidente ha recibido un swing que no lo pondrá nocaut, pero que hasta ahora, a juzgar por sus respuestas, lo está dejando algo ´groggy´, mareado.

        El escándalo surgió cuando el individuo que se hace llamar Richard Swing fue contratado en plena crisis, el 24 de abril, por el Ministerio de Cultura (Mincul) por 30,000 soles para motivar y mejorar el rendimiento laboral de sus trabajadores que, al igual que casi todos los empleados estatales y privados, no asistían a sus oficinas por la cuarentena. Inmediatamente se descubrió que el sujeto en cuestión no tiene ninguna calificación para laborar ni en esa ni en ninguna de las otras actividades de los 9 contratos que a lo largo del gobierno de Martín Vizcarra le habían asignado 6 sucesivos ministros.

        Los ministros que lo contrataron declaran no tener amistad con él y nadie los ha desmentido. Los funcionarios de menor rango que firmaron los contratos tampoco son sus amigos. Varios dirigentes que intervinieron en la campaña de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) el 2016 sostienen que Swing participó en algunas actividades llevado por el entonces jefe de campaña, Martín Vizcarra. El individuo trató de obtener un contrato en el Mincul el 2017, en el gobierno de PPK y no lo consiguió porque obviamente no estaba capacitado para ello, según ha revelado el entonces titular Salvador del Solar. Solo cuando Vizcarra se convirtió en presidente su suerte cambió. Ha publicado, además, varias fotos suyas en ambientes de Palacio de Gobierno, es decir, tiene acceso a instalaciones a las que no puede ingresar nadie sin una autorización especial.

        A estas alturas creo que no cabe ninguna duda: el único que pudo ordenar al Mincul que contraten a alguien de la calaña de Swing es el presidente Martín Vizcarra.

        Cuando en uno de sus monólogos del mediodía el presidente se refirió al tema Swing, explicó que algunas personas que estuvieron en la campaña electoral obtenían puestos públicos. No se hizo responsable de sus contratos.

        A partir de estas declaraciones muchos han especulado que el presidente le estaba pagando un favor a Swing. Yo no creo eso. Vizcarra no se caracteriza por ser leal ni agradecido con nadie. ¿Nueve contratos entre julio de 2018 y abril de 2020 por 175,400 soles para pagar un favor del 2016? Mi hipótesis es simple: no le están pagando favores pasados sino servicios presentes. ¿Cuáles? Ahí está el detalle, como decía Cantinflas.

        Luego, en otro de sus monólogos, el presidente dijo sobre el tema Swing, indignado y levantando la voz, con mucha firmeza, que en su gobierno no había tarjetazos y que todos los contratos se hacían por méritos. Una obvia falsedad porque no cabe duda alguna que Swing no fue contratado por sus calidades sino porque fue recomendado por alguien que estaba por encima de los seis ministros que aceptaron sus prestaciones. El jueves ha vuelto a negarlo, como Pedro, por tercera vez.

        De lo cual se desprenden dos cosas: la falta de liderazgo del presidente que no es capaz de reconocer un error y afrontarlo, sino que le echa la culpa a otros –gobiernos anteriores, ministros, funcionarios- y se enreda en un asunto menor. Y que es capaz de faltar a la verdad con todo desparpajo, como cuando negó el tarjetazo, asegurando que en su gobierno solo se contrata por méritos.

        No está claro que Swing o algún funcionario hayan cometido algún delito, pero ya se movilizaron la fiscalía, la procuraduría y el Congreso, al parecer en busca de algo de publicidad.

        En cualquier caso, el presidente ha recibido un golpe que ha desnudado algunas de sus debilidades más notorias, al embrollarse en un asunto que pudo resolver admitiendo su falta y pidiendo disculpas.

Otrosí digo. En noviembre y diciembre del año pasado la revista especializada “Defensa” publicó sendos artículos donde se informaba que el avión Antonov AN-178 adquirido por el Ministerio del Interior por 65 millones de dólares no tenía certificación ni ucraniana ni internacional, sin la cual no puede volar. También que por el conflicto con Rusia, Ucrania ya no recibía componentes críticos como motores o sistemas de aviónica. El Perú se convirtió en el primer país del mundo en comprar ese avión. Otros desistieron por los problemas mencionados. La misma publicación dio detalles del contrato que suscribió el Mininter. Ninguna autoridad respondió. Como es el gobierno de la anticorrupción no tienen que hacerlo.

sábado, 6 de junio de 2020

La meritocracia de Vizcarra


Fernando Rospigliosi


        El viernes 5 el presidente Martín Vizcarra cesó intempestivamente al director de SERFOR (Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre), Alberto Gonzáles-Zúñiga, un profesional honesto y competente, a través de un decreto supremo publicado en el diario oficial. Según el decreto el presidente ha perdido la confianza en Gonzáles-Zúñiga.

        El problema es que el referido funcionario fue elegido hace poco más de un año en concurso público para ocupar ese cargo durante 5 años, es decir, llegó allí por sus propios méritos, no por recomendación o tarjetazo de nadie. Y solo puede ser removido del mismo por falta grave, pues su puesto no es un cargo de confianza. Gonzáles-Zúñiga no ha cometido ninguna falta grave, nadie lo ha acusado de nada. Sin embargo, Martín Vizcarra, el mismo que ordenó que 6 ministros de Cultura contraten 9 veces a un sujeto de la calaña de Richard Swing, ahora despide, sin motivo alguno, a Gonzáles-Zúñiga, un economista de la Universidad Agraria con una maestría en economía agrícola en la Universidad de Oklahoma y larga experiencia en el sector.

        El que ha firmado la resolución es el mismo Vizcarra, que con todo el desparpajo y la desvergüenza que lo caracteriza, afirmó en uno de sus recientes monólogos del mediodía que en su gobierno no funciona el tarjetazo sino solo la meritocracia. El Vizcarra que ordena que contraten a Swing es el mismo que decreta que despidan a Gonzáles-Zúñiga.

        Todo indica que la verdadera razón del despido de Gonzáles-Zúñiga son los intereses de la tala ilegal de madera y otros ilícitos que están enquistados también en el Ministerio de Agricultura, como sostiene en la declaración que adjunto a continuación.

        En síntesis, es muy difícil que un funcionario honesto y competente sobreviva en un gobierno cuyas características son precisamente las opuestas.



lunes, 1 de junio de 2020

Pagando servicios presentes, no favores pasados


Fernando Rospigliosi

        En uno de sus monólogos del mediodía, el presidente Martín Vizcarra sostuvo que alguien había premiado al individuo que se hace llamar Richard “Swing” por su participación en la campaña electoral de PPK el 2016. Eso no es verdad.

        No cabe ninguna duda, por supuesto, que ese alguien que ha ordenado que seis sucesivos ministros de Cultura contraten a Swing nueve veces por un total de S/. 175,000 es el propio Martín Vizcarra que, como es habitual en él, no ha asumido su responsabilidad sino la ha desviado hacia otros.

        Pero también hay que tener en cuenta otra de las 
características de Martín Vizcarra: no tiene lealtades con nadie. Es decir, no se puede creer que estuviera pagándole un favor de hace 4 años a Swing con un contrato de S/. 30,000 en abril de 2020, en plena crisis del Covid-19. Tampoco el pago de un supuesto favor en la campaña de 2016 explica el viaje de ese sujeto a Canadá precisamente cuando Vizcarra era embajador allá.

        En otras palabras, si es que el poco leal Vizcarra estaba, por alguna razón, dispuesto a retribuir un favor del 2016, quizá se explicaría un contrato cuando él se convirtió en presidente. Pero ¿nueve contratos con seis ministros desde abril de 2018 hasta abril de 2020? Es sencillamente increíble.

        La única explicación es que Swing ha estado brindando algún tipo de servicios al presidente durante los últimos años y éste le ha estado pagando no de su bolsillo sino con el dinero de todos los peruanos. ¿Qué servicios? Eso es lo que habría que investigar.

Congreso populista, ¡qué sorpresa!

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi

Congreso populista, ¡qué sorpresa!

(Publicado en El Comercio, sábado 30 de mayo de 2020)


La última iniciativa de la bancada de Acción de Popular en el Congreso, un referéndum para cambiar la Constitución –respaldada por supuesto por el Frente Amplio y otros-, es solo uno de los tantos desatinos perpetrados desde el Parlamento, que muchos ya no dudan en calificar como peor del que fue cerrado, ilegalmente en mi opinión, por el presidente Martín Vizcarra.
Ahora numerosos integrantes de la coalición vizcarrista que promovieron con entusiasmo la clausura del Congreso y luego festejaron con algarabía cuando el presidente lo disolvió, se quejan y descubren que el nuevo Congreso es populista ¿Y qué esperaban?
Sin partidos políticos, en una elección irregular sin candidatos presidenciales, con algunas de las nuevas normas de la pésima reforma política impuesta por Vizcarra al Congreso anterior –sin publicidad electoral por radio y TV, prácticamente sin financiación privada formal, sin reelección, norma no vigente en ese momento pero en la práctica aplicada por casi todos- y en un ambiente propicio al populismo, era de esperarse que ocurriera lo que sucedió.
        Lo advertí antes de esas elecciones, previniendo que las ideas populistas, estatistas e izquierdistas estaban avanzando: “Algunos analistas –no por casualidad de la coalición vizcarrista- sostienen que es imposible un triunfo de las izquierdas en el Perú porque la mayoría de ciudadanos es partidario del libre mercado. Esa es una teoría absurda y ridícula.” (El Comercio, “Los buenos también pierden”, 19/10/19).
El criterio de libre mercado usualmente no es el fundamental para decidir el voto de los electores, que apoyan o rechazan a candidatos y partidos por otras razones. Y así lo fuera, los candidatos dicen una cosa en la campaña electoral y hacen cosas distintas cuando son elegidos. Por ejemplo, la mayoría de analistas no esperaba que la bancada mayoritaria, Acción Popular, fuera el foco principal del virus populista que ha contaminado al Congreso.
Pero esas ideas absurdas y ridículas eran las que querían escuchar y a las que daban crédito muchos, incluyendo a los que más podían ser afectados por una ola populista.
        Observando la realidad objetivamente no era difícil prever lo que venía, como sostuve antes de las elecciones: “Así las cosas, muchos de los elegidos serán desconocidos que, como muestran los anteriores congresos, harán lo que les venga en gana en función de sus intereses particulares sin importar el partido que los llevó. (…) En suma, es posible que el próximo Congreso esté integrado por personas de baja calidad y sin mucha experiencia. Es probable también que esté fragmentado. Y (…) será proclive al populismo.” (“Gestión”, “2020: El año de la incertidumbre”, 27.12.19).
        Y citaba el libro sobre el populismo de Madeleine Albright: “Los buenos no siempre ganan, sobre todo cuando están divididos y menos resueltos para la acción que sus adversarios. El deseo de libertad puede germinar en cualquier persona, pero también la inclinación a la complacencia, el desorden y la cobardía. Y perder tiene un precio.”
        Ya estamos viendo el resultado de que ganen los irresponsables, los ineptos, los demagogos, los populistas. Pero eso es una pequeña muestra de lo que puede venir el 2021.
        Y termino con la misma conclusión que adelanté hace varios meses: el resultado de las elecciones congresales comprueba que la labor destructiva del presidente Vizcarra y la coalición que lo respalda ha logrado aniquilar a sus adversarios y al mismo tiempo ha dejado expedito el camino para el surgimiento de líderes populistas que, aprovechando la demolición institucional y el descrédito y desconfianza que han sembrado Vizcarra y sus aliados, puedan tentar el poder el 2021, con consecuencias catastróficas para el Perú. (El Comercio, “El populismo se aproxima”, 1/2/20).
        Otrosí digo. Uno de los varios científicos que opina que las cuarentenas son un fracaso y que cuestan más de lo que aportan es el premio Nobel Michael Levitt: “Creo que el verdadero virus fue el virus del pánico”, afirmó. “Creo que los líderes entraron en pánico y la gente entró también. (…) Creo que las cuarentenas no salvaron ninguna vida”.