viernes, 3 de febrero de 2023

“Narvik”, rompiendo las reglas (1)

Reflexiones sobre un episodio de la Segunda Guerra Mundial

Fernando Rospigliosi

A propósito de la película noruega “Narvik”, recientemente estrenada en Netflix, algunas consideraciones sobre lo que ocurrió en ese entonces en ese país escandinavo. En este primer artículo, como Winston Churchill justificaba quebrar ciertas normas en función de un bien superior. Y como debemos aprender de la historia.


Apenas iniciada la Segunda Guerra Mundial (SGM), Winston Churchill, que había denunciado por años la política agresiva de Adolfo Hitler sin ser escuchado, terminó su “travesía en el desierto” de dos décadas sin participar en el gobierno y fue incorporado por el premier Neville Chamberlain al gabinete de guerra, integrado por cinco personas que tomaría las decisiones más importantes durante la conflagración. Y el 5 de setiembre, lo nombraron Primer Lord del Almirantazgo -ministro de Marina-, cargo que había ocupado al comienzo de la Primera Guerra Mundial (entre 1911 y 1915).

Churchill tenía un torbellino de ideas en su cabeza y en los primeros meses concibió la idea de invadir Noruega, un país neutral, para impedir que el hierro de Suecia, que abastecía la industria bélica alemana y se transportaba a través de puertos noruegos, cesara de fluir.

El 80% del hierro que usaba Alemania provenía de Suecia, también neutral, pero que no podía negarle ese recurso indispensable a los alemanes a riesgo de ser invadido y sometido. Lo mismo ocurría con Noruega, que tampoco podía impedir a los nazis el uso de sus puertos.

Después de la invasión y partición de Polonia entre Hitler y Stalin, en setiembre de 1939, no sucedía prácticamente nada. Franceses y alemanes se miraban a través de la frontera, en lo que se llamó la “guerra crepuscular”.

Churchill enviaba memorándum tras memorándum urgiendo hacer algo. Y lo que él podía hacer, usando la flota, era invadir Noruega para cortar el suministro de hierro a Alemania. Finalmente, su iniciativa se aprobó y los aliados decidieron hacerlo, desembarcando en Narvik y Trondheim en abril de 1940. Pero a los alemanes se les había ocurrido exactamente la misma idea y se adelantaron por muy poco a los aliados, que finalmente tuvieron que retirarse.

¿Cómo justificó Churchill la invasión de un país neutral? En sus memorias sobre la SGM, reproduce una nota que envió al Gabinete de Guerra el 16/12/39:

 

Nuestra derrota implantaría una era de bárbara violencia y sería fatal, no sólo para nosotros sino para la vida independiente de todo país pequeño de Europa. (…) tenemos el derecho y el deber de abrogar temporalmente algunas de las disposiciones de las mismas leyes que tratamos de consolidar y reafirmar. No deben las pequeñas naciones, por cuyos derechos y libertad combatimos, querer trabarnos las manos. La letra de la ley, en casos de suprema necesidad, no debe obstruir a los encargados de protegerla y forzarla. No sería justo ni racional que la potencia agresora obtuviese una serie de ventajas quebrando todas las leyes y otra serie de beneficios escudándose tras el respeto a la ley innato en sus adversarios. Más que la legalidad, es la humanidad lo que debe informar a nuestra conducta. 

La historia nos juzgará. Hemos de afrontar los acontecimientos.”

("Memorias. La Segunda Guerra Mundial". Tomó I, p. 627-628. Plaza y Janés 1965. Subrayado mío.).

 

En el Perú, en una situación como la actual, podría parafrasearse a Churchill así:

 

Nuestra derrota implantaría una era de bárbara violencia y sería fatal para 33 millones de peruanos. Tenemos el derecho y el deber de abrogar temporalmente alguna de las disposiciones de las mismas leyes que tratamos de consolidar y reafirmar. La letra de la ley, en casos de suprema necesidad, no debe obstruir a los encargados de protegerla. No sería justo ni racional que los comunistas, los terroristas, los socialistas del siglo XXI, obtuviesen una serie de ventajas quebrando todas las leyes, y otra serie de beneficios escudándose tras el respeto a la ley innato en los demócratas. Más que la legalidad, es la humanidad lo que debe informar a nuestra conducta. La historia nos juzgará. Hemos de afrontar los acontecimientos.




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