Abejicidio en
el Cusco
Fernando Rospigliosi
El uso de un plagicida tóxico para las
abejas en La Convención, Cusco, por parte de autoridades del Ministerio de
Agricultura (Minagri), ha desatado las protestas de apicultores de esa región.
Ellos dicen que el insecticida GF-120, que se aplica contra la mosca de la
fruta, está exterminado a las abejas que son fundamentales para el equilibrio
ecológico.
La Federación Regional de Apicultores
del Cusco señala en un pronunciamiento que para el control de la mosca de la
fruta se deben buscar “otras alternativas amigables con el medio ambiente que
vienen siendo aplicadas en otros países”. (9.8.19)
El GF120, dice Leonel Paz Herrera
asesor técnico de la Asociación de Apicultores ecologistas de Echarati, “es un
químico cuya descripción señala claramente que es altamente tóxico para
las abejas. No se debió
comprar ese químico ni aplicarlo en nuestros cultivos” (“La República”,
8.8.19).
Las abejas, además de producir miel son los polinizadores más
importantes de las plantas con flores. “Se calcula que la tercera parte de los
alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas”. (Wikipedia).
En el mundo entero hay
preocupación por la situación de las abejas. Desde mediados de la década pasada
se denomina “problema de colapso de colonias” (o Colony Collapse
Disorder, CCD, por
sus siglas en inglés)
a un fenómeno por el que una cantidad considerable de abejas de una colmena desaparecen abruptamente. Este
término se aplica tras un aumento drástico de las desapariciones de colonias de
abejas en Norteamérica a
finales de 2006. El
colapso de las colonias es significativo para la economía, porque muchos
cultivos, en diferentes partes del mundo, son polinizados por
abejas. A partir de 2007, los apicultores europeos observaron fenómenos
similares en Bélgica, Francia, Holanda, Grecia, Italia, Portugal y España,
y también se emitieron informes preliminares en Suiza y Alemania. (Wikipedia).
Mientras tanto, en Cusco, las autoridades del
Minam siguen distribuyendo desaprensivamente el CF-120 en grandes cantidades
sin siquiera explicar sus peligros a los agricultores, según denuncian los
apicultores.